Tras una gran inversión, casi 173.000 euros, el centro ocupacional La Algarabía cuenta con nuevas instalaciones.
Un dinero que ha servido para modernizar y ampliar dependencias utilizando estancias que estaban sin uso desde que se clausurara el hospital comarcal que funcionó hasta principios de los 80 del pasado siglo.
El subdelegado del gobierno, Juan Lillo, ha acompañado en el acto de inauguración a políticos locales, trabajadores, usuarios y familiares. El alcalde, Francisco Miralles se sentía satisfecho por el resultado.
También, Antonia Crespo, la directora del centro que funciona en este lugar desde 1990 aunque la andadura se inició 5 años antes en otro edificio municipal, se mostraba contenta al ver la evolución en servicios y calidad que ha obtenido el centro con la ampliación.
La inversión proviene de varias administraciones, por un lado con fondos del programa “Plan del Fomento del Empleo Agrario 2015 - Generador de Empleo”, se ha liberado desde el Instituto Nacional de Empleo un total de 94.901,60€.
Por otro lado la Junta de Andalucía ha destinado al proyecto 28.470,48€, Diputación Provincial 9.940,16 y el Ayuntamiento 39.927,34€.
La Algarabía cuenta con once trabajadores que atienden a 55 usuarios, plazas concertadas al 100% por la Junta de Andalucía.
Los asistentes al acto de inauguración, han recorrido las distintas instalaciones, para finalmente en una sala de usos múltiples, realizar el acto protocolario de inauguración, donde la directora del centro ocupacional, Antonia Crespo, mostraba emocionada la “evolución que ha experimentado el servicio en estos treinta y un años de funcionamiento” agradeciendo a todas las corporaciones municipales el apoyo prestado y la sensibilidad con el colectivo.
Por su parte el alcalde Francisco Miralles, destacaba que el Ayuntamiento como administración más cercana, “ha de ser la primera en atender las necesidades de todos los colectivos y siempre hemos estado atentos a las demandas del Centro Ocupacional. Era un compromiso de este Equipo de Gobierno poner solución a esta situación de mejora de las instalaciones”. Miralles puso en valor el que esta actuación ha sido posible con la intervención de cuatro administraciones: “El ayuntamiento tiene limitaciones, pero no nos duelen los nudillos para llamar a todas las puertas que sean necesarias para conseguir que obras como esta participadas por diversas administraciones sean realidad”.
El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo mostraba su disposición para colaborar en todo lo que sea necesario “la administración central dispone de programas de ayuda para necesidades concretas, a las que os podéis acoger. Tenemos una especial sensibilidad por el colectivo que hoy nos ocupa y siempre estaré dispuesto a escuchar vuestras demandas y colaborar en todo lo que sea posible”.
Durante el tiempo que han durado las obras, varios meses, los talleres y dependencias, se han tenido que dispersar en el edificio contiguo al habitual dentro del mismo complejo, compartiendo dependencias con la residencia de Adultos Virgen del Rosario.
